Máquina de hilar Jenny, inventada por
James Hargreaves en 1764
Los primeros procesos mecánicos a los que se vio sometida la fabricación en el apecto de textiles, consistieron en la aplicación de energía no humana: norias movidas por agua, máquina de vapor... todas ellas imprimían un ritmo a la actividad para el cual la lana era inútil; el cambio por el algodón era inminente.
La posterior introducción de una novedad en cualquiera de los dos procesos (hilado – tejido) imprimía la necesidad de otro cambio similar en el otro proceso (el acelerar el tejer hizo preciso producir hilo a mayor velocidad que a su vez dotaba de mayor materia para el hilado) Sumemos todos estos avances y observamos cómo la productividad se ha multiplicado, cómo los precios se han abaratado y crecido la oferta de productos; solo parece haber un punto negro: la mecanización está dejando sin trabajo a parte de la mano de obra que se ha trasladado desde el campo (con lo cual, al haber mayor oferta de mano de obra, caen los salarios que se pagan a los trabajadores); pero la demanda exterior se podía cubrir.
0 comentarios:
Publicar un comentario